Veinte años de prisión, ese es el total que solicita la Fiscalía de Valladolid para Mario F.M. por el delito de asesinato cometido del cual cuya víctima es Sacramento M, su madre, de 73 años de edad, tras administrarle una dosis letal de barbitúricos a finales de enero de 2018 en el barrio de Parquesol.
En el escrito de calificación provisional de los hechos del Ministerio Fiscal así se recoge. Por delito de asesinato, además de los 20 años de cárcel, a pesar de la atenuante por confesión, debido a la agravante por parentesco, se solicitan otros 10 años de libertad vigilada cuando salga de cárcel y, en concepto de responsabilidad civil, el pago de las indemnizaciones correspondientes por un importe de alrededor de 20.000 € en pro de sus dos hermanos, así como de los hijos de la difunta.
El procesado, como así lo ve la acusación pública, tomó unilateralmente la decisión de acabar con la vida de su madre a razón de la carga que suponía ocuparse de sus cuidados, cuidados que necesitaba tras haber sufrido un ictus.
Finalmente, los hijos de la víctima han decidido no redactar un escrito de acusación en contra de su hermano.
La defensa del acusado, por otro lado, ha mantenido durante toda la instrucción del proceso, que los hechos constituyen un delito de cooperación al suicidio y, por dicha razón, solicita que sea internado por un periodo de 2 años.
Detención
César F.M., con 37 años de edad, fue arrestado en un hotel de Benidorm (Alicante) el 31 de enero de 2018, en cuyo lugar confesó que había acabado con la vida de Sacramento M., su madre de 73 años de edad, habitante del barrio de Parquesol; desde entonces ha estado negando la existencia de asesinato alguno, y ha matizado que aquel día se limitó a colaborar con la víctima para que cometiese suicidio.
Alegó que se encontraba muy unido a su madre y mantuvo que ante los graves achaques físicos de la anciana, él quedó con ella para ayudarla a quitarse la vida, como finalmente así hizo en el domicilio que sita en la calle Federico Landrove Moiño, en el número 15.
<<Ambos deseaban morir, ella por su grave situación física y él por los problemas psiquiátricos que padece», puntualizó en su día Carmen Hedrosa, su abogada, quien recordó que tras el fallecimiento de su madre, el detenido realizó un viaje hacia Benidorm, donde alquiló un alojamiento en el Hotel Bali, lugar en el que intentó suicidarse por medio de una ingesta de pastillas.
